Un ramo de rosas de peonía, rosas ramificadas y fresias en tonos blancos es una combinación elegante y delicada que cautiva con su sofisticación y romanticismo. Las rosas de peonía, con sus grandes y aterciopelados pétalos, crean una sensación de lujo y refinamiento. Las rosas ramificadas, con sus flores más compactas pero igualmente hermosas, aportan al ramo una mayor abundancia y variedad. Las fresias blancas, con su suave fragancia y flores delicadas, completan la composición, dándole ligereza y aire.

Este ramo es perfecto para los momentos más especiales: bodas, aniversarios, declaraciones de amor o simplemente como un símbolo de respeto y cariño. La combinación de tonos blancos crea una atmósfera de pureza, armonía y serenidad, llenando el espacio de luz y ternura.